Itziar Ituño sigue envuelta en la polémica por una marcada ideología que ha sido censurada en las redes en varias ocasiones. Tras participar en una protesta a favor de los presos de ETA, la actriz vuelve a la carga y genera un gran revuelo. La conocida inspectora Murillo de la aclamada serie La casa de papel ha defendido a Fermín Muguruza, cantante de la banda Kortatu. Su propia defensa de la libertad de expresión la ha extrapolado a la del artista que fue increpado por "enaltecimiento de terrorismo".
En enero de este año, varias marcas retiraron sus colaboraciones con la actriz. BMW Laurauto rompió de inmediato su contrato publicitario, al admitir que no quieren estar vinculados a ninguna ideología política. Mientras, Iberia, otra de las firmas a las que Ituño había cedido su imagen, eliminó un vídeo publicado en sus redes sociales, donde aparecía la actriz. La defensa de Itziar por la liberación de los presos de ETA supuso la ruptura definitiva con sus anunciantes.
Itziar Ituño - Premios Your’s:Gran Premio Honorífico Mercedes de Honor.Eskerrik asko bihotzez.Tota la solidaritat amb el professorat i l’alumnat de l’Institut Joan Fuster - Bellreguard, La Safor, País Valencià. pic.twitter.com/yxjRZHgeeN
— Fermin Muguruza (@muguruzafm) March 16, 2024
Ituño mostró su solidaridad con Muguruza al recoger el premio Mercedes de Honor en la primera edición de los galardones de la revista Your's Magazine. Los asistentes de la gala celebrada en Lleida fueron testigos de un discurso de marcada reivindicación, donde la vasca aprovechó su espacio para entonar Sarri-sarri, himno proetarra dedicado a Sarri y Piti (Joseba Sarrionandia e Iñaki Pikabea), dos terroristas que se fugaron de la prisión de Martutene, en San Sebastián durante el verano de 1985.
Solidaridad con Fermín Muguruza
"Quiero dedicar este premio a un compañero que también está siendo víctima de un ataque, como lo fui yo en enero. Se llama Fermín Muguruza y es el famoso autor de la canción de Kortatu", dijo Ituño, antes de ponerse a cantar el tema frente a todo el auditorio. El instituto valenciano Joan Fuster fue censurado por incluir en un mural escolar la imagen del músico junto a la del exlíder del grupo Negu Gorriak.
Itziar Ituño, en la 'intimidad': psicóloga, montadora de neveras y un poco "drama queen"
Javier Díaz
La denuncia por "enaltecimiento terrorista" ha sido admitida a trámite por un juez de Gandía que ha llamado a declarar a varios miembros del centro por "emplear para ello a menores sin consentimiento ni conocimiento de sus responsables legales, utilizando recursos y espacios públicos". El propio Muguruza ha agradecido el calor de Ituño y ha compartido su discurso en su cuenta de X (antes, Twitter).
]]>Esa es la premisa de Stella. A life, o, como han optado por llamarla en español, Stella. Víctima y culpable, la película del director alemán Kilian Riedhof que se estrenó en cines este viernes 15 de marzo y que sigue los pasos de un personaje real, Stella Goldschlag —apodada El veneno rubio—, una alemana que vivió durante la Segunda Guerra Mundial y trabajó como informante de la Gestapo a partir de 1943. En otras palabras, fue una delatora que se encargó de localizar a judíos escondidos en Berlín y entregarlos a los nazis. Una Robin Hood, pero de su propio pueblo, una traidora a todas luces, que a pesar de colaborar con la Gestapo para salvar de la muerte a su marido y a sus padres, no lo consiguió, lo que no impidió que siguiera trabajando para el enemigo. Quizá lo más sorprendente de ella es que, tras la guerra, se convirtió al cristianismo y se declaró antisemita.
La película de Riedhof recorre esos años en la vida de Stella (representada por Paula Beer, cara popular en el cine alemán y protagonista de otros títulos como Frantz o La sombra del pasado), su trabajo en una fábrica, su relación con Mikki Hellmann (Jannis Niewöhner, otra clásica belleza aria y típicamente alemana), judío y crápula a tiempo completo, las torturas de la Gestapo, el miedo atroz y, finalmente, la caída a los infiernos de un personaje que, pese a que el director retrata sin juzgar, es bastante complicado que pueda caer bien al espectador.
"La historia no es muy famosa en Alemania" apunta Kilian RIedhof en entrevista con El Confidencial. "Yo leí sobre ella hará unos 20 años, en un artículo en un periódico donde aparecía una fotografía suya en el centro de Berlín. Era una mujer que parecía muy vivaz, entonces leí su historia en el periódico y los hechos tan horribles que había cometido, pero también me sorprendió que a su vez había sido una víctima. Me gustó mucho esa ambivalencia y no tuve más remedio que preguntarme qué habría hecho yo en su lugar. Por eso me decidí a contar su historia".
"A todos los judíos se les ofrecía la posibilidad de delatar, pero en la práctica solo hay registros de que aceptaran 15 o 20 personas"
El proceso de investigación fue sumamente exhaustivo. El equipo no solo trabajó con Stella, el libro de Peter Wyden (un antiguo compañero de clase de la protagonista, que se convirtió en periodista y después relató su historia), también usaron documentos del tribunal del juicio y testimonios de la propia Stella cuando los soviéticos la interrogaron allá por el año 46. Compararon todos los testimonios para encontrar la cadena de acontecimientos que los había propiciado, y también hablaron con supervivientes que habían vivido una situación de clandestinidad en Berlín parecida a la de la protagonista, para así tener suficiente información y poder plasmarla de una manera real en la película.
La vida de los otros
¿Es otra película más de judíos en una época de saturación del género? En un extraño momento como el actual, en que acaba de ganar el Oscar a película extranjera la inquietante La zona de interés, de Jonathan Glazer, que habla de la banalidad del mal con Auschwitz como telón de fondo, y con el conflicto palestino-israelí en el aire, uno podría preguntarse qué no se ha contado ya sobre la historia del Holocausto. Sin embargo, Riedhof ha decidido poner el foco en la historia de los miserables, los que para sobrevivir decidieron delatar a otros. El director ha elegido el lado más oscuro de una historia, ya de por sí, muy oscura.
"Hoy en día nos encontramos en una situación que podría dar lugar a circunstancias muy parecidas a la de la película"
"A todos los judíos a los que detenían se les ofrecía la posibilidad de delatar", explica Riedhof. "Pero en la práctica solo hay registros de que aceptaran 15 o 20 personas en total de las miles que llevaron a campos de concentración. No era algo que aceptase todo el mundo, pero también hay que entender que Stella sufrió torturas y se la amenazó con deportarla. Fue una traidora, pero, por otro lado, estaba bajo mucha presión, hay que entender al personaje. Nosotros no pretendíamos juzgarla, ni tampoco su situación, simplemente queríamos presentar al público todos los datos sin ponernos de parte de nadie, manteniendo la ambivalencia, para que fuese el propio espectador el encargado de resolver el dilema. Hoy en día nos encontramos en una situación que podría dar lugar a circunstancias muy parecidas a la de la película".
Algunas escenas —Stella y Mikki corriendo por un subterráneo. O subidos a una mesa, ebrios de alegría, mientras las bombas resuenan en la lejanía— casi parecen sacadas, aunque la temática no tenga nada que ver, de Jules y Jim y del Truffaut más clásico. "Es que no queríamos caer en los tópicos de estas películas, sino hacer algo más sobre el terreno", relata Riedhof. "Algo del estilo The French Connection, porque igual que en esa película queríamos mostrar algo muy real, donde no se podía preveer lo que sucedería a continuación. Stella tenía una vida imprevisible, nunca daba nada por hecho ni tenía una zona de confort, sino que iba adaptándose, y eso es lo que queríamos trasladar a la pantalla".
"La acogida en Alemania ha estado muy polarizada y ha habido reacciones muy extremas, lo que me parece normal", apunta el director. "Al final se está tratando el tema de la culpa y de los delitos que se cometieron en la tierra de mis ancestros, por lo que son normales estas reacciones. Siento responsabilidad, esta parte de la historia no debe olvidarse, forma parte del ADN de los alemanes. Es un tema que siempre será muy polémico, pero es necesario que haya debate y no tener una cultura de la memoria que deje de lado ciertas partes de la historia, porque esta aún sigue vigente. Aún no ha terminado".
]]>Por aquella misma época, unos años más tarde, la directora Molly Manning Walker debía de estar haciendo lo propio en Benidorm o en Magaluf. Somos -redondeando- de la misma generación que creció con los vídeos espídicos de la MTV y revistas como la SuperPop o la Bravo o la Loka o la Vale -o sus versiones inglesas-, leyendo las cartas de las lectoras que confesaban sus fantasías, relataban muy gráficamente sus primeros polvos y en la que el sexo, aunque mantenía ciertos tabúes, estaba mucho más a la vista y a mano que en la de nuestros padres o hermanos mayores.
Ese viaje dipsomaníaco y lúbrico servía -y sirve- como rito de iniciación, un ensayo desfasado de la vida adulta, una bacanal en la que catar todos los placeres prohibidos, pero también como despedida de una adolescencia irresponsable y sin obligaciones. Hoy el negocio está mucho más organizado y cualquier agencia de viajes vende el paquete de todo incluido, incluso el seguro de destrucción del apartamento y, si me apuran, de la ciudad. El turismo de botellón del que tanto se habla es, como los bufés libres o las cadenas baratas de medicina estética, un negocio como cualquier otro.
How To Have Sex es la ópera prima de Manning Walker, hasta entonces directora de fotografía de trabajos indies muy recomendables y con mucha personalidad como Scrapper (2023), de Charlotte Regan, y algún videoclip de Radiohead y FKA Twigs. Su hermano es el líder de la banda de punk rock londinense Chubby and The Gang, su padre es dramaturgo y animador y su madre directora de cine y de televisión. Ninguno demasiado conocido. Si ya con Scrapper Manning Walker había llamado la atención por el gusto y la frescura de su fotografía -por la que estuvo nominada al Bafta-, con How To Have Sex ganó el año pasado la sección Un Certain Regard de Cannes, donde se proyectan las películas más en contacto con el pulso del cine de autor actual. El film se ha convertido en una de las sorpresas de la temporada en Inglaterra, con tres nominaciones a los premios de la Academia de Cine británica. Mucha música electrónica, muchos colores flúor, muchas ganas de follar y una reflexión muy contemporánea sobre las relaciones hombre y mujer, pero también sobre las relaciones de los hombres y de las mujeres respecto al sexo y al deseo.
Después de ver How to Have Sex una sale sudada y pegajosa, con el pelo apestando a cenicero y la boca amarga de la resaca del día de después. Manning Walker consigue lo que muchas películas no: que nos creamos las fiestas a pie juntillas, que nos llegue el hedor a vómito de los baños de un bar de karaoke cualquiera del barrio inglés de Benidorm. Aunque sus protagonistas no viajan a Benidorm, sino a Malia, en Creta, porque todos los países mediterráneos tienen su escombrera para el divertimento sajón. Tienen 17 años, van a pasar su último verano juntas antes de marcharse a la universidad -si aprueban- y muchas ganas de liarla. Perteneces al tipo de turistas ingleses que cantan borrachos por la calle, que visten con ropa flúor y que se achicharran desde las tres de la tarde en el pub del paseo marítimo en el que la tele escupe partidos de fútbol, rugby o cricket 24/7. Esa gente a la que los españoles miramos humillarse con los párpados arrugados. Y a los que servimos.
La cámara en mano de Manning Walker sigue a las tres chicas por su apartamento, se mete con ella en la piscina y en la discoteca, las acompaña incluso al baño a vomitar. El exceso se traduce en una fotografía casi gonzo, angular, casi siempre llena de piernas y culos y tatuajes y tintes de pelo oxigenados y enormes pendientes de aro y uñas de gel y colores y colores y colores y luces estroboscópicas y todo tipo de secreciones. Pero la directora no juzga, no los mira por encima del hombro, sino que simpatiza y empatiza con unos adolescentes en plena rebelión, en una competición por hacerse mayor cuanto antes y conquistar el último tabú, el último misterio. Hay comedia, hay drama, pero sobre todo una mirada cómplice y una conexión de quien se ha encontrado a las dos de la mañana preguntándose qué hacía ahí.
Casi siempre hemos visto ese esprint final por perder la virginidad desde el punto de vista masculino. Poco a poco vamos conociendo la otra parte de la historia. Las ganas y las dudas y esa necesidad de destacar, de ser admirada, reconocida, de molar. Ese hacer las cosas por presión de grupo. O no se sabe muy bien por qué. Ese fingir que te lo estás pasando genial, ser la más punki, la más divertida, la mejor, aunque por dentro te mueras por irte a la cama.
Esta es otra película de chicas. Pero probablemente muchos de quienes normalmente se quejan de la proliferación de películas dirigidas por mujeres que hablan del paso a la adultez de otras mujeres no se quejarán de un How to Have Sex que, en cierta manera, cumple las fantasías rijosas de algunos. Si hay bikinis que marcan pezón ya no molestan tanto. Lo que ocurre en la película no es demasiado novedoso ni original: un grupo de mejores amigas salen de fiesta. Lo original es cómo lo cuentan Manning Walker y sus protagonistas -seguro que hay mucha improvisación- y como fluyen los diálogos rápidos y ágiles y totalmente callejeros en esa mezcla de acentos de barrios y de condados británicos, acentos y formas de hablar que no esconden un presente proletario, un esfuerzo económico para hacer posible este viaje, un futuro más incierto. La directora juega con los estereotipos, pero nunca se mofa de ellos, sino que da a sus personajes una profunda dignidad.
En la interpretación de su protagonista, espléndida Mia McKenna-Bruce, caben todos los matices que caben en el acto sexual y sus aledaños. Cabe la seducción, el deseo, la confusión, la decepción, el asco y la culpa. Cabe todo aquello que te cuentan, pero que realmente no te cuentan sobre cómo mantener relaciones sexuales. Y McKenna Bruce está muy bien flanqueada por Em (Enva Lewis) y Skye (Lara Peake). Las tres parecen protagonizar un reality show en vez de una ficción planificada y ensayada. Me pregunto cómo habrá conseguido el equipo llenar las localizaciones de extras totalmente desbarrados y controlarlos, o al menos unos extras tan profesionales como para parecer desbarrados.
Y la directora plantea de una manera muy natural, nada aspaventosa, la cuestión -tan de actualidad- del consentimiento. How to Have Sex discurre sobre las diferentes formas de entender y procesar el sexo según -valga la redundancia- los sexos. Cómo el peso que se le da al acto en sí difiere de uno y otro lado. Cómo las desigualdades culturales siguen operando, aunque parezca que el feminismo ya está todo andado. Y, sobre todo, dónde sitúa los límites, ya complicados de por sí, en un contexto de descontrol.
Es complejo el cierre de How To Have Sex, pero otorga a la película y a las protagonistas una profundidad de la que a lo mejor parecían carecer durante el resto de la película. Un conocimiento ancestral y heredado de lo que significa ser mujer joven, de los riesgos -físicos y emocionales- que conlleva el sexo, pero también una capacidad de resiliencia que es ambigua, complicada y lastrante o liberadora, según se mire. Una película hecha por mujeres que deberían ver todas y TODOS.
]]>Entre las nominadas en esta edición se encuentran películas de gran éxito internacional - también están La memoria infinita y Robot dreams- demostrando el notable calado del audiovisual iberoamericano y su reconocimiento a nivel mundial. Las producciones ompetirán durante la gala que se celebrará el próximo 20 de abril en el Teatro Gran Tlachco, en el mexicano parque XCARET de Riviera Maya.
Entre el total de las 44 obras finalistas, figuran producciones argentinas, chilenas, costarricenses, cubanas, ecuatorianas, españolas, mexicanas, peruanas, portuguesas, puertorriqueñas y venezolanas, que muestran la diversidad de ópticas y relatos.
A Mejor Película Iberoamericana de Ficción concurren Cerrar los ojos, La sociedad de la nieve, Los delincuentes (Rodrigo Moreno, Argentina), y Tótem (Lila Aviles, México). 20.000 especies de abejas, de Estibaliz Urresola, competirá a mejor Ópera Prima. En la categoría de animación: compiten Dispararon al pianista, El sueño de la sultana y, por supuesto, Robot Dreams. Los dos directores españoles nominados a Mejor dirección son Isabel Coixet por Un amor y J.A. Bayona por La sociedad de la nieve.
Compiten en distintos apartados actores de la talla de José Coronado, Ana Torrent, David Verdaguer, Ane Gabarain, Carolina Yuste o Úrsula Corberó
En cuanto a la categoría de mejor actor hay intérpretes españoles: David Verdaguer (Saben Aquell) y Enzo Vogrincic (La sociedad de la nieve) compiten contra Damián Alcázar (El caso Monroy, Perú), Jaime Vadell (El Conde, Chile) y Marcelo Subiotto (Puan, Argentina). En su contraparte femenina, las finalistas al galardón son Carolina Yuste (Saben Aquell), Dolores Fonzi (Blondi, Argentina), Laia Costa (Un amor) Lola Amores (La mujer salvaje, Cuba) y Malena Alterio (Que nadie duerma). El reconocimiento a Mejor interpretación femenina de reparto, cuenta con las nominaciones de Alejandra Flechner (Puan, Argentina), Ana Torrent (Cerrar los ojos, España), Ane Gabarain (20.000 especies de abejas, España) y Antonia Zegers (El Conde, Chile); mientras que el trofeo la Mejor interpretación masculina de reparto podrá ser alzado por Jose Coronado (Cerrar los ojos, España), Leonardo Sbaraglia (Puan, Argentina), Luis Bermejo (Un amor, España) o Matías Recalt (La sociedad de la nieve, España).
En la categoría televisiva: la producción de Netflix El cuerpo en llamas, basada en el Crimen de la Guardia Urbana, compite a Mejor Miniserie o Teleserie Cinematográfica. Javier Cámara (Rapa T2) luchará por la Mejor interpretación masculina en miniserie o teleserie. Lola Dueñas (La Mesías) y Úrsula Corberó (El cuerpo en llamas) lo harán en la contraparte femenina. Por su parte, Carmen Machi (también por La Mesías) y Najwa Nimri (30 Monedas T2) podrán llevarse el premio a la Mejor interpretación femenina de reparto en miniserie o teleserie. Manolo Solo (30 Monedas T2) también está nominado a Mejor interpretación masculina de reparto en miniserie o teleserie.
De entre los creadores de miniserie o teleserie, aspira al premio Álex de la Iglesia por 30 Monedas T2. Además, la argentina Cecilia Roth recibirá el Platino de Honor.
]]>Se llama Pierre Goldman, el cual, tras ser detenido, reconocerá su participación en tres robos de los que también se le acusa, pero negará rotundamente haber participado en el asesinato perpetrado en la farmacia. Comienza así uno de los juicios más polémicos de la historia reciente en Francia, que desató amplias pasiones y movilizó a los intelectuales de izquierda franceses (Sartre, Beauvoir, Signoret...) a manifestarse a favor de Goldman.
Pierre Goldman fue muchas cosas, pero nunca un hombre corriente. Nacido en Lyon, de padres judíos polacos que habían logrado salir de su país natal y habían formado parte de la Resistencia Francesa (él mismo contaba que sus progenitores transportaban armas en su cuna para poder entregarlas a los partisanos), fue desde un primer momento un joven rebelde y contestatario, con un fuerte espíritu revolucionario y a favor de la causa comunista. En 1968 decidió dejarlo todo y emigrar a Venezuela, donde pasó un año combatiendo en la guerrilla bajo el paraguas de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN).
En 1968 decidió dejarlo todo y emigrar a Venezuela, donde combatió en la guerrilla con las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional
Tan solo un año después volvería a Francia y cometería los atracos que le valdrían dos juicios, en el primero fue declarado culpable, pero fue anulado por la Corte de Casación Francesa, por lo que se celebró un segundo, donde se le declaró inocente. Aquello dividió a la sociedad francesa y le dio a Goldman la oportunidad de potenciar su faceta de escritor narrando su biografía: Recuerdos oscuros de un judío polaco nacido en Francia. No sería el único libro que escribiría, curiosamente, poco tiempo después de su liberación publicaría La banal desventura de Archibald Rapaport, que iba, curiosamente, de un personaje que comete varios asesinatos.
No solo su vida, incluso los acontecimientos que rodean a su muerte permanece siendo un misterio que a día de hoy no ha sido capaz de resolverse. Un 20 de septiembre de 1979 fue tiroteado en una plaza del distrito XIII de París. Entre las posibles teorías en torno a sus asesinos, se habló de policías de extrema derecha, servicios secretos franceses y, (esto es más sorprendente) la mafia marsellesa bajo las órdenes de los GAL, pues se hablaba por aquel entonces de que Goldman entregaba armas a ETA. Más de 27.000 personas acudirían a su entierro.
Ahora llega a los cines El caso Goldman, dirigida por Cédric Kahn, la cual relata ese momento en que tuvo que convencer a la opinión pública francesa de que era inocente. Kahn se encarga durante dos horas de desmenuzar el juicio (la película funciona a modo de obra de teatro, con un escenario prácticamente) del que finalmente fue exonerado, aunque condenado a 12 años de cárcel por los tres atracos (pese a que solo cumplió condena finalmente unos meses). La historia es lo suficientemente ambigua como para darle a Goldman, al menos, el beneficio de la duda. Este defiende como es lógico su inocencia, amparándose en que Francia es un país antisemita, lo que irremediable nos trae recuerdos del otro juicio más polémico de la historia de Francia: el caso Dreyfus. Pero, ¿qué opina el director del personaje?
"El gobierno francés tenía precisamente terror de repetir otro caso Dreyfus", cuenta Cédric Kahn en entrevista con El Confidencial. "En realidad fue Goldman el que —muy inteligentemente— lo usó para politizar el proceso y decir que estaba siendo acusado por ser judío. Pero ahí se acaba la comparación, porque Dreyfus era un militar. Los procesos en el sistema francés son siempre de esta manera: se empieza contando la vida del acusado, después su personalidad y más tarde se pasa a los hechos y finalmente a la acusación".
"Aprovechó para acusar al Estado de antisemita y a la policía, que según él había intimidado a todos los testigos para que le reconocieran"
"Los hechos fueron los siguientes: hubo un atraco en una farmacia en la cual dos farmacéuticas murieron y todos los testigos reconocieron a Goldman. Entonces él, como revancha, usó la carta de decir que el Estado era antisemita y que la policía había intimidado a todos los testigos para que le reconocieran. Es decir, más bien la acusación estaba basada en los hechos y la personalidad se usó como defensa", asegura. Aunque la película no lo muestra, el director desliza su opinión constantemente durante la entrevista: para él, claramente, Goldman era culpable.
Ocho nominaciones a los César
La película de Kahn fue nominada a ocho premios César de los que un excelente Arieh Worthalter (el propio Goldman en la película, con el que guarda un gran parecido físico) recibió el premio a Mejor Actor el pasado mes de febrero. "Las nominaciones nos pillaron por sorpresa", asegura Kahn. "Hicimos la película con un presupuesto muy pequeño y prácticamente al margen de la industria. De hecho, Worthalter —que es belga— no es prácticamente conocido en Francia y competía contra actores muy famosos, así que fue mucho más gratificante".
Cuenta también Kahn que le atrajo la complejidad del personaje cuando leyó su autobiografía hace 20 años, que también le dejó muchas preguntas sin contestar. "Al margen de eso, quedé muy impresionado por la habilidad que tenía con el lenguaje que es algo que se lleva estupendamente bien al cine". La película también se centra en la relación entre Goldman y su abogado, Georges Kiejman (Arthur Harari en el filme, que acaba de ganar el Oscar a mejor guion por Anatomía de una caída), también de origen judío-polaco. "Es un abogado muy famoso en Francia", explica Kahn. "Es casi tan conocido como Goldman. Fue este caso el que le ayudó a alcanzar notoriedad y cuando escribimos el guion todavía vivía y nos reunimos con él un par de veces. El personaje es totalmente fiel a él".
Y no solo el personaje, pues para recrear el juicio de manera minuciosa, el equipo de la película se encargó de conseguir todos los recortes de periódicos de la época. "La prensa a veces puede ser muy útil" bromea, con cierto desdén, el director. Le haremos caso.
]]>Por ir abriendo apetito y dar algunos nombres: el cineasta británico Stephen Frears, los arquitectos Yvonne Farrell (Premio Pritzker) y Reinier de Graaf; los urbanistas Greg Clark y Martha Thorne; escritores de la talla de Luis Mateo Díez (Premio Cervantes 2023) y María Dueñas, periodistas como Carlos Franganillo, Pepa Bueno y Rafa Latorre; o economistas como el conocido profesor surcoreano Ha-Joon Chang, entre otros muchos.
La capital andaluza se consolida así como escenario de esta prestigiosa cita internacional tras el éxito cosechado en la ciudad en su estreno en octubre de 2023. El encuentro pretende establecer un diálogo acerca de la transformación de las ciudades y los agentes que contribuyen al cambio en las grandes urbes, con el horizonte puesto en la celebración del centenario de la Exposición Iberoamericana de 1929, un hito en la historia de Sevilla que dio origen a la imagen moderna que la capital andaluza exportó al mundo.
La ciudad se consolida así como escenario de esta prestigiosa cita internacional tras el éxito cosechado en su estreno en octubre de 2023
El programa del evento se abre hoy a partir de las diez de la mañana, con una actividad especial: el taller multiartístico liderado por Kubbo y Mayumaná, que se celebrará en la sede del Campus Cámara de la Cámara de Comercio de Sevilla, entidad colaboradora del Festival. Por la tarde se iniciará el programa oficial, con una conversación entre el gestor cultural Eloy García de la Pera (actual comisario de la exposición La moda en la Casa de Alba), la organizadora del programa de coleccionistas de ARCO, Sofía Barroso, y el director de la Cadena COPE en Sevilla, Joaquín López-Sáez, donde la moda, el diseño y el entorno urbano serán los protagonistas. La sede del encuentro será la Fundación Valentín de Madaraiga y Oya, a las 18 horas.
Hay Fórum Sevilla se consolida con una nueva cita con el arte, la literatura y las ideas
Cultura
En la misma fundación se acogerá también hoy, pero a las 20 horas, la intervención La arquitectura se hace verbo, del prestigioso arquitecto holandés Reinier de Graaf, en conversación con la urbanista Martha Thorne y acompañados de la agregada cultural de Países Bajos en España, Hanna Schildt. Habrá cabida también para el cine en esta edición, con el cineasta británico Stephen Frears como estrella invitada.
Además, mañana jueves a las 18 horas, en la Fundación Cajasol, se tendrá la oportunidad de disfrutar de una de sus más aclamadas películas: The Queen, protagonizada por Helen Mirren en la piel de la reina Isabel II en las difíciles semanas que siguieron a la muerte de Diana de Gales. La proyección será un aperitivo a la charla del director con la periodista de El Confidencial Marta Medina, que se celebrará el próximo sábado.
Las entradas están disponibles a la venta en la página web www.hayfestival.com.
]]>El cine argentino saborea un éxito reciente. Tras ganar varios reconocimientos en el Festival de Málaga (Joaquín Furriel y Gabriel Goity por Descansar en paz), continúa la escalada de una de las películas del año, Cuando acecha la maldad, de Demián Rugna que ha sido nominada a los Critic Choice Super Awards 2024. El largometraje comparte espacio con otras cintas de terror como M3gan (Movistar Plus+) o Scream VI (Apple TV+).
Pero, hay una película repleta de estrellas argentinas que no puedes perderte, y que también tuvo el reconocimiento de los académicos españoles. Se trata de Puan, una comedia filosófica dirigida por María Alché y Benjamin Naishtat que llegó a los cines después de haberse llevado el aplauso de la crítica en el Festival de San Sebastián.
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Su actor protagonista Marcelo Subiotto se alzó con la Concha de Plata de interpretación. Además, la cinta fue galardonada con el Premio del Jurado a Mejor Guion. También fue notable su presencia en los Goya (nominada a mejor película iberoamericana) y los Forqué.
Lucha académica
Ante los recortes del gobierno que afectarán de forma implacable a la industria argentina, esta película resplandece con su retrato de la universidad pública. Además, utiliza el humor como arma para provocar una toma de conciencia en los espectadores. Puan cuenta la historia de Marcelo Pena, un profesor de filosofía de mediana edad que se ve obligado a luchar por la Cátedra de Filosofía Política, una que le pertenece después de que su mentor y titular haya fallecido. El hombre llega como puede a final de mes dando clases particulares mientras lidia con la pérdida de su amigo.
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El docente interpretado por Leonardo Sbaraglia presume de un jugoso sueldo, un carácter histriónico y de Vera Motta, su novia, actriz e influencer (una luminosa Lali Espósito). El duelo filosófico confronta con un cierre de la universidad que parece inminente. Ambientada en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, Puan profundiza en temas como la lucha social, el impacto de las redes sociales y la inmersión de la política en lo cotidiano. Finalmente, es reflejo del presente urgente de Argentina, de sus recortes y la oleada de protestas y denuncias que inundan las calles del país.
El reparto de Puan incluye a la brillante dupla formada por Marcelo Subiotto que da vida a Marcelo y Leonardo Sbaraglia que interpreta a su rival Rafael. Además, la película cuenta con la participación estelar de Juan Luppi, reconocible actor de la serie Los Serrano, la actriz y cantante Lali Espósito (Sky Rojo), Julieta Zyrberbeg (Relatos salvajes), Mara Bestelli (Tesis sobre un homicidio) y Alejandra Flechner (Argentina 1985). Ahora mismo, la película solo está disponible en los cines Full de Cornellà de Llobregat de Barcelona y Kinépolis Plaza Mar 2 de Alicante.
]]>: lista completa
Uno de los momentos más destacados de la gala de los Oscar 2024 ha estado protagonizado por Ryan Gosling: no solo estaba nominado como actor de reparto en Barbie (aunque el premio se lo acabó llevando Robert Downey Jr. por Oppenheimer), sino que también puso voz como cantante a la canción I'm just Ken, que estaba nominada a mejor canción original.
El premio en esa categoría fue finalmente para Billie Eilish y su hermano Finneas O'Connell, curiosamente por un tema también de la banda sonora de Barbie, pero la épica interpretación de Gosling, que estuvo acompañado por una gran coreografía de bailarines y por el mismísimo guitarrista Slash de Guns N' Roses, quedó para el recuerdo.
El vídeo completo de la actuación de Ryan Gosling con 'I'm just Ken' en los Premios Oscar
R. Badillo
Muchos esperaban ver también en la alfombra roja a la actriz Eva Mendes, mujer de Ryan Gosling desde 2011 y con quien tiene dos hijas en común, pero en lugar de eso vimos al actor de Barbie acompañado de su hermana Mandi Gosling.
Eva Mendes le espera con la chaqueta de Ken
La pareja siempre ha actuado con discreción con sus apariciones públicas, y Eva Mendes ya ha confesado en el pasado que no tiene mucho interés en estar en el foco en este tipo de eventos. Pero aunque permaneció en un segundo plano y las cámaras televisivas no la captaron directamente, estuvo en uno de los camerinos del Teatro Dolby de Los Ángeles para apoyar a su marido.
A través de su cuenta @evamendes en Instagram, hizo dos publicaciones desde el camerino. En la primera se le ve con ropa casual vaquera, junto a las palabras Always by my man ("Siempre con mi hombre"), mientras que en la segunda, ya después de la interpretación de I'm just Ken, aparece con el mismo modelo de chaqueta rosa de Gucci que acababa de enfundarse el propio Ryan Gosling sobre el escenario, además de unas gafas de sol y un gorro de cowboy al más puro estilo Ken.
"Ya has llevado a Ken a los Oscar, RG. Ahora ven a casa, tenemos que meter en la cama a las chicas", dice Mendes en el texto de la publicación, que en menos de un día acumula ya más de 220.000 "me gusta".
]]>El japonés, fundador del mítico Studio Ghibli, tiene en su haber cintas que forman parte del imaginario colectivo de muchos espectadores. La famosa El viaje de Chihiro, con la que ganó su primer Oscar en 2002, pero también Mi vecino Totoro, Porco Rosso (sobre la Italia gobernada por Mussolini), La princesa Mononoke… Un trazo del dibujo que ya es perfectamente distinguible y unos personajes que también lo son, con tramas que buscan siempre una especie de salvación del mundo, de la naturaleza y la humanidad.
Miyazaki nació durante la II Guerra Mundial —lo cual siempre ha dicho que le ha marcado— en una familia acomodada. Iba para trabajar en la industria aeronáutica, como su padre, pero el dibujo se cruzó en su camino. Y ahí, en los 60, dio con otro estudio famosísimo: Toei Animation, los creadores de Mazinger Z y Candy, Candy, entre otros. Después, comenzó a colaborar con Isao Takahata, creador de Heidi, Marco o Ana de las tejas verdes. Los niños de los ojos como platos. Takahata, además, financió la primera película de Miyazaki: Nausicaä del valle del viento, en 1984 (hoy se cumplen justo 40 años de su estreno). Miyazaki se había formado con la imponente industria japonesa que arrasaría en todo el mundo, también en España, en los 70 y los 80. En 1985 crearía finalmente Studio Ghibli.
Sus películas destacan por su pacifismo y la crítica a las guerras —de ahí esa infancia marcada por la II Guerra Mundial—. Precisamente, El chico y la garza está ambientada en esa época y cuenta la historia de Mahito, un chaval de 12 años que pierde a su madre y se va a con su padre y su nueva esposa (la hermana pequeña de la madre) a una casa en el campo donde conoce a la garza.
Además de con el cine, el creador no ha dejado de postularse contra las guerras. Fue un acérrimo crítico del ex primer ministro Shinzo Abe, quien quería quitar de la Constitución la cláusula que señalaba que la guerra nunca podía ser el medio para resolver conflictos. En 2003 también se negó a ir a los Oscar en protesta por la guerra de Irak. En su país ha sido tachado de “izquierdista”.
Esta vez no ha podido acudir a recoger su premio. En su lugar ha ido su productor y amigo Toshio Suzuki, quien ha señalado tras recoger el Oscar: "Tanto Hayao Miyazaki como yo hemos envejecido considerablemente. Estoy agradecido de recibir tal honor a mi edad y tomando esto como un mensaje para continuar nuestro trabajo, me dedicaré a trabajar más duro en el futuro". De hecho, ya se ha anunciado que el japonés está inmerso en un nuevo proyecto. Miyazaki no se jubila nunca.
]]>Oppenheimer ha sido la triunfadora indiscutible de los Premios Oscar. La cinta de Christopher Nolan sobre el padre de la bomba atómica se ha llevado siete estatuillas de las trece categorías a las que estaba nominada, entre ellas la de Mejor actor protagonista para Cillian Murphy, Mejor director para Nolan y Mejor película.
Ahora toca coger la lista de premiados e ir tachando cintas pendientes, y por ello, las plataformas de streaming han expuesto un catálogo con muchas de las cintas que han protagonizado los pPemios Oscar este 2024.
Tras su éxito taquillero en la temporada veraniega, Oppenheimer aún continúa en las salas de cine. Además, la cinta producida por Universal Pictures puede verse en opción de alquiler y compra en Movistar+, Rakuten TV, Apple TV+, Filmin y Prime Video. Asimismo, está prevista su llegada al catálogo de SkyShowtime el próximo 21 de marzo para disfrutarla en streaming.
Dónde ver las películas ganadoras de los Premios Oscar
Pobres criaturas ha dado la sorpresa en los Premios Oscar al hacerse con cuatro estatuillas. La película de Yorgos Lanthimos sumaba 11 nominaciones y es una de las películas que copan la cartelera. La respuesta del público ha sido unánime ante la desvergonzada fábula del cineasta griego y el impulso creativo de su protagonista Emma Stone. La actriz da vida a Bella Baxter, una joven que utiliza su cuerpo como forma de expresión y empoderamiento. Llegará a Disney+ España el próximo 14 de marzo.
Los asesinos de la luna, la película de Martin Scorsese sobre los terribles asesinatos de la población indígena de los Osage en la década de 1920, todavía puede verse en cines o a través del streaming, por suscripción en Apple TV+ y Movistar Plus+, o para compra en Apple TV+, Prime Video y Rakuten TV.
Barbie, la película más taquillera del año, ha sido una de las grandes perdedoras de la ceremonia al llevarse solo el galardón a mejor canción. Los espectadores ya criticaron el ninguneo de la Academia hacia su directora Greta Gerwig y su actriz protagonista Margot Robbie, que se quedaron fuera de la carrera. Al igual que sucede con Oppenheimer, la película sobre la muñeca de Mattel celebró su reestreno en cines, por lo que todavía hay algunas salas que mantienen la película. También puede verse cómodamente desde casa a través de suscripción en HBO Max, en alquiler y compra en Apple TV+, Filmin, Rakuten TV y Prime Video.
Maestro, la película protagonizada y dirigida por Bradley Cooper, contaba con siete nominaciones. La historia sobre el compositor y director de orquesta Leonard Bernstein, que explica sus desafíos más personales, puede verse en algunas salas de cine y a través de Netflix.
Por su parte, Anatomía de una caída de Justine Triet solo puede verse en cines, pero llegará al streaming a través de Filmin el próximo 5 de abril. Los que se quedan de Paul Giamatti solo están disponibles en la gran pantalla, mientras que American Fiction puede verse a través de Prime Video. La zona de interés, flamante mejor película internacional, se estrena en Movistar + el 10 de mayo y llegará a Filmin el 17 de ese mismo mes.
]]>La gala de los Premios Óscar 2024 ha terminado y, como era previsible, ha encumbrado a Oppenheimer. La película dirigida por Christopher Nolan y protagonizada por Cillian Murphy se ha llevado un total de siete estatuillas. Entre ellas, Mejor Película, Mejor Actor y Mejor Director. Mención especial para Pobres Criaturas, que le ha valido a Emma Stone para hacerse con su primer Óscar a Mejor Actriz.
Sin embargo, la ceremonia de entrega de los Premios Óscar ha ido mucho más allá. Millones de personas en todo el mundo han estado pendientes de la retransmisión, por qué no decirlo, esperando cualquier momento que diese pie a la creación de un meme. Algo que ha acabado ocurriendo irremediablemente. Solo hay que pensar en la actuación musical de Ryan Gosling cantando I'm just Ken, de la película Barbie.
Quiero el poder de concentración que tiene ryan gosling para no cagarse de risa cantando I’m just Ken en pleno escenario de los oscars #Oscars2024 pic.twitter.com/jxmdiUNkKb
— RS?DL3 IS COMING (@hllndlipa) March 11, 2024
Los usuarios de X (Twitter) también han expresado de este modo su enfado por el hecho de que La sociedad de la nieve, el film dirigido por Juan Antonio Bayona que optaba a Mejor Maquillaje y Peluquería y Mejor Película Internacional, finalmente no haya conseguido hacerse con una estatuilla.
Yo después de ver que La Sociedad de la Nieve no se ha llevado ningún Oscar #Oscars2024 pic.twitter.com/etOeiHANXi
— salú y rebeldía ? (@AndreaOlv_) March 11, 2024
Yo despues de que la sociedad de la nieve no haya ganado ni un solo Óscar #Oscars2024 #Oscars pic.twitter.com/kzzozP5meQ
— Airan ❁ (@airis_464) March 11, 2024
A la cantante Billie Eilish, que llegó a la alfombra roja portando un pin en apoyo a Gaza que también lució Ramy Youssef, las cámaras le jugaron una mala pasada. Y es que, por intentar no aparecer en la retransmisión en directo de una presentadora, acabó siendo carne de meme. Eso sí, luego ganó el Óscar a Mejor Canción Original por What was I made for?, también de la película Barbie, y seguro que no le importó.
yo: *evitando salir en fotos sorpresas*yo: *saliendo de igual manera*#Oscars2024 pic.twitter.com/9JILXnO2W4
— Alan Andalon (@gearedbunny) March 11, 2024
Otro de los memes de la noche nos lo dejó el actor Michael Keaton. El vídeo que aparece justo a continuación refleja su reacción ante las burlas de la pareja formada por Arnold Schwarzenegger y Dany DeVito por su interpretación del superhéroe Batman en las dos películas que dirigió Tim Burton entre finales de los 80 y principios de los 90.
Lo mejor de la noche: los Oscars vuelven a tener un meme potente, como el de Meryl Streep, para usar en todas las discusiones de cualquier disciplina. Larga vida a estos tres pic.twitter.com/tXvZCoOglj
— negro ?゚マ♂️ (@negrobonaudo) March 11, 2024
Por supuesto, Cillian Murphy tampoco se ha librado de la burla. Prueba de ello es esta foto captada por los asistentes al evento justo después de que Brendan Fraser, ganador del Óscar a Mejor Actor en 2023 por su papel protagonista en La ballena, le hiciera entrega de la estatuilla.
Momento épico cuando Brendan Fraser le entrega el Óscar a Mejor Actor al papucho Cillian Murphy!!!?Su cara es un éxito!!! Como para meme!!!#Oscars2024 #Oscars pic.twitter.com/2rYINAosk9
— Kay ?゚ミᄆ (@KayMishi) March 11, 2024
La gala acaba de terminar y todavía quedan muchas fotos y vídeos por realizarse. Estamos seguros de que estos memes son solo el principio de lo que está por venir.
]]>“Desearía no haber hecho jamás esta película, que Rusia nunca hubiera invadido Ucrania y ocupado nuestras ciudades”, señalaba Chernov al subirse al escenario del Teatro Dolby a recoger el primer Oscar para Ucrania, al tiempo que añadía que habría preferido no haber ganado la estatuilla “a cambio de que Rusia no hubiera matado a miles de civiles ucranianos”.
“Sin embargo, no puedo cambiar la historia. Pero juntos podemos asegurarnos de que la historia refleje lo que realmente ocurrió y que prevalezca la verdad. El cine crea recuerdos, y los recuerdos crean historia”, destacaba.
La de Mstyslav Chernov fue una de las contadas intervenciones de carácter político que hubo en la gala de anoche en el Teatro Dolby. El otro gran de discurso de calado político fue el del británico Jonathan Glazer, director de La zona de interés, galardonada con el Oscar a la mejor película extranjera. Glazer, judío, habló sin tapujos de la guerra de Israel contra Gaza y se quejó de que “el judaísmo y el Holocausto se hayan visto secuestrados por una ocupación”. También aseguró que los muertos tanto en Israel como en Gaza son “víctimas de la deshumanización”.
La zona de interés cuenta la historia de la familia del comandante nazi del campo de concentración de Auschwitz, que vive pegada al campo de exterminio, pero completamente ajena al horror que allí tiene lugar. “Nuestra película muestra que la deshumanización conduce a lo peor. Y da forma a nuestro pasado y a nuestro presente”.
También Cillian Murphy, quien cuando recogió el Oscar al mejor actor por su papel como J. Robert Oppenheimer, uno de los padres de la bomba atómica, se permitió una velada mención política al asegurar: “Hemos hecho una película sobre el hombre que creó la bomba atómica y lamentablemente vivimos en Oppenheimer hoy. Le dedico el galardón a los que luchan por la paz”.
También Jimmy Kimmel, presentador de la gala, se descolgó con un chiste sobre Donald Trump. Kimmel fingió que el expresidente estadounidense le había mandado un mensaje quejándose de su falta de talento y de lo mala que estaba siendo su presentación. Y terminó la broma lanzando un comentario al propio Trump: “¿No ha pasado ya la hora de irse a la cama en la cárcel?”.
Varios asistentes a la gala de los premios de la Academia de Hollywood llevaron asimismo un pin rojo, sumándose de ese modo a la campaña #Artists4Ceaserfire y pidiendo un alto el fuego inmediato y permanente en Gaza, así como la liberación de todos los rehenes que todavía continúan secuestrados y la entrega urgente de ayuda humanitaria a la población civil. Sin embargo, ninguna de las personas que desfilaron por el escenario del Teatro Dolby para recoger un Oscar dijo una sola palabra al respecto. Solo los pins.
]]>Al menos en 2023 el triunfo se lo llevó la película menos canónica de las nominadas, Todo a la vez en todas partes, con sus directores, Daniel Kwan y Daniel Scheinert, casi unos desconocidos hasta entonces, reconociendo lo "raro" del desenlace. Esta noche, por el contrario, la Academia de Cine de Estados Unidos ha premiado la película más normativa de todas: un gran proyecto de estudio (Universal) dirigido por uno de los directores vivos más idolatrados (Nolan), perfectamente grandilocuente y perfectamente diseñada para adecuarse a los estándares y con una historia de ¿redención? —la de Robert Downey Jr. volviendo a hacer cine fuera de Marvel— que tanto gusta a los académicos. Resultado: Oppenheimer se ha llevado siete estatuillas de las trece categorías a las que estaba nominada, entre ellas la de mejor actor protagonista para Murphy, mejor director para Nolan y mejor película. Lamentablemente para el cine español, ni Bayona ni Pablo Berger han conseguido traerse ninguna estatuilla.
Quizá lo más inesperado —dentro de lo esperado— ha sido el Oscar que Emma Stone le ha arrebatado a Lily Gladstone, la protagonista de Los asesinos de la luna, que partía como favorita dado que hubiese sido la primera actriz nativa americana en ganar en los Oscar. La cámara no ha enfocado a Gladstone hasta el final del discurso de agradecimiento de Stone, y esta tenía muy bien ensayada su sonrisa en un momento amargo dentro de una carrera que ella misma ha reconocido que había pensado en abandonar hasta la llamada de Scorsese.
La gala ha arrancado a la medianoche y seis minutos desde el Dolby Theatre de Los Ángeles. Otro año más —y será el cuarto— ha sido Jimmy Kimmel el encargado de presentar una ceremonia en un escenario tan dorado como las estatuillas. "Ha sido un año muy largo a pesar de que todo el mundo paró", ha comenzado Kimmel, recordando la huelga de actores y guionistas que puso al límite la industria estadounidense. "Gracias al acuerdo al que se llegó, los actores y actrices no tienen que preocuparse por que los sustituya la inteligencia artificial; ahora solo tienen que preocuparse de que les sustituyan otros actores más jóvenes y más guapos". En el patio de butacas, uno de los invitados más inesperados: Messi, el perro de Anatomía de una caída.
"La razón de la existencia de esta película se llama Chris Nolan", ha admitido la productora Emma Thomas, al recoger el máximo galardón de la noche. Como estaba previsto y como habían precedido los BAFTA, Cillian Murphy ha subido a recoger su premio por su papel como J Robert Oppenheimer, uno de los padres de la bomba atómica. "Rodamos una película sobre el hombre que creó la bomba atómica y lamentablemente vivimos en Oppenheimer hoy. Así que le dedico el galardón a los que luchan por la paz", ha agradecido el actor irlandés, colaborador fetiche de Nolan. Precisamente, Nolan ha conseguido el Oscar después de cinco nominaciones que terminaron en vacío. Por fin, consigue el reconocimiento que se le ha resistido hasta este 2024, cuando su drama histórico ha calado entre los académicos, pero también entre un público que lo ha secundado en una propuesta clásica, larga e intensa.
La primera estatuilla de la noche ha llegado con la emoción desbordada de su ganadora, Da'Vine Joy Randolph, que se ha echado a llorar cuando, sobre el escenario, Lupita N'yongo le recordó que utilizó las gafas de su abuela para interpretar su personaje de Mary Lamb en Los que se quedan, de Alexander Payne. Un Oscar cantado, inapelable, merecidísimo en su primera nominación. "Nunca pensé que esta fuera a ser mi carrera; yo empecé cantando, y mi madre me dijo: 'Cruza la calle, apúntate a teatro'. Gracias a mi madre estoy. (...) Tantas veces he querido ser diferente y ahora me doy cuenta de que solo tenía que ser yo misma". Ha recordado, a lágrima viva, cómo era la única niña negra en las clases de interpretación.
La industria y los medios españoles han estado volcados este último mes, desde que se conocieron los nominados el pasado 23 de enero, con las dos películas españolas que han conseguido un hueco en los Oscar: La sociedad de la nieve, de Juan Antonio Bayona —dos nominaciones: mejor película de habla no inglesa y mejor maquillaje y peluquería— y Robot dreams, de Pablo Berger —mejor película de animación—. El suspense se rompió pronto: el tercer premio entregado fue, precisamente, el de animación. Robot dreams lo tenía muy complicado, no solo por ser una película muda, sino por competir con grandes estudios como el Gibli de Miyazaki, Sony o Netflix. Fue finalmente El chico y la garza, de Hayao Miyazaki —que no acudió a la entrega—, quien se llevó la estatuilla. El japonés ha amenazado con retirarse en varias ocasiones y muchos consideran esta como la última oportunidad para premiarle, pero parece resistirse a la jubilación y, ¿quién sabe?, quizás haya una próxima ocasión en el futuro.
Bayona también se ha ido con las manos vacías: La zona de interés, de Jonathan Glazer, se impuso finalmente en la categoría internacional. "En La zona de interés se muestra la deshumanización en su peor forma", ha empezado en su agradecimiento Glazer, para luego llamar la atención no solo sobre el Holocausto nazi, sino sobre las víctimas de los asesinatos y secuestros del 7 de octubre y los bombardeos israelís en Gaza, una de las pocas menciones al gran elefante rosa de la habitación. Llama la atención lo comprometida que está la industria en cuestiones de representación racial y lo poco que se han posicionado en cuestiones políticas más polémicas. La película de Glazer, aunque estadounidense, está rodada en alemán y adapta el libro homónimo de Martin Amis, la historia de Rudolf Höss, el cargo nazi que más tiempo estuvo al mando de Auschwitz. Una película gigante, cerebral, estricta en sus planteamientos morales y valiente en su puesta en escena, la demostración de que Glazer está llamado a recoger el testigo de Kubrick en su manera de entender el cine.
El reconocimiento al maquillaje y la peluquería tampoco ha acabado en manos de Ana López-Puigcerver, David Martí y Montse Ribé por La sociedad de la nieve. Ha sido al final el maquillaje de Pobre criaturas el que se impuso: sobre todo el personaje de Willem Dafoe lleva un trabajo complejo y vistoso en la confección de las prótesis faciales. Al menos tampoco ganó Maestro. El equipo de Pobres criaturas también se ha impuesto en el diseño de producción, que es lo que en España conocemos como la dirección de arte. El triplete se ha completado con el diseño de vestuario, que en principio se esperaba que recayese sobre Barbie, de Greta Gerwig, una de las grandes perdedoras de la noche. Más allá de los números musicales —la lánguida Billy Eilish y un Ryan Gosling dándolo todo en el último tramo de su promoción, vestido de rosa flúor y brillantes—, la película de Gerwig ha estado prácticamente desaparecida. Precisamente, Eilish se ha llevado su segundo Oscar gracias a su tema What was I made for?, la única del equipo Barbie que se ha llevado una alegría a casa.
Más allá de la actuación de Gosling, la gala ha sido bastante aburrida y sobria, sin demasiado show ni momentos memorables: un John Cena muy ciclado ha aparecido desnudo, tapándose las vergüenzas tan solo con el sobre del nombre del ganador, al ir a entregar el premio a mejor vestuario.
El primer Oscar para Oppenheimer ha tardado en llegar, alrededor de la mitad de la gala: no ha sido hasta el premio a Robert Downey Jr. como actor de reparto por su papel como Lewis Strauss, uno de los políticos encargado de supervisar los experimentos de Oppenheimer durante la Segunda Guerra Mundial. "Quiero agradecer el premio a mi infancia problemática", ha bromeado —o no— este actor resucitado después de sus conocidísimos problemas con el alcohol y las drogas, tanto que tuvo problemas para que las aseguradoras le dejasen participar en rodajes. Robert Downey Jr., después de más de una década interpretando a Iron Man, vuelve a demostrarse un actor de peso en dramas adultos, alejado de trajes voladores.
El segundo Oscar para la película se lo ha llevado Jennifer Lame por el montaje en su primera nominación. No es habitual encontrar mujeres en la mesa de montaje más allá de Thelma Shoonmaker (montadora fetiche de Scorsese), Sally Menke (habitual de Tarantino, fallecida en 2010) o Dede Allen, por lo que será interesante seguir la trayectoria de Lame, que ya ha trabajado en dos ocasiones junto a Nolan. "A todos los cineastas con vocación, seguid intentándolo, no sabéis qué maravilla es el celuloide, es más fácil de lo que imagináis y todo tiene mejor pinta", agradeció por su parte Hoyte van Hoytema, el director de fotografía neerlandés-sueco, encargado de crear las sugerentes imágenes de Oppenheimer. El Oscar a mejor sonido se lo han llevado Tarn Willers y Johnnie Burn por La zona de interés, un trabajo muy superior y mucho más fino que sus oponentes, muy dadas al más es mejor. El premio a mejor banda sonora ha sido para Ludwig Göransson, que se lleva su segundo Oscar después de Black Panther (2019), esta vez por Oppenheimer.
A pesar de no concurrir como la película elegida por Francia —inexplicable decisión de los académicos galos—, Anatomía de una caída también siguió el guion —valga la redundancia— y se llevó el premio a mejor guion original, por delante de Los que quedan —que se ha visto inmerso en una acusación pública de plagio—; Maestro, de Bradley Cooper; Vidas pasadas, de Celine Song, y May December, de Todd Haynes. "Me va a ayudar en mi crisis de los 40. Este año ha sido una locura. Es el día del glamour. Y contrasta con el comienzo de esta película, porque estábamos confinados con dos niños y sumergidos en pañales", ha bromeado Justine Triet, su directora y coguionista junto a su marido, Arthur Harari. Sin embargo, el primer giro de guion inesperado ha sido el Oscar a mejor guion adaptado para American Fiction, la ópera prima de Cord Jefferson, la historia de un novelista afroamericano que quiere poner en jaque la visión condescendiente sobre la comunidad negra que tiene la industria editorial estadounidense. Una de las películas más humildes de las nominadas, que en España no ha pasado por las salas de cine y que parte de la novela Erasure de Percival Everett, publicada en 2001.
El otro gran momento reivindicativo de la noche fue el Oscar a mejor documental a Veinte días en Mariúpol, el primer Oscar para una producción ucraniana. "Desearía no haber hecho jamás esta película. Desearía cambiar este Oscar por que Rusia no hubiese ocupado Ucrania, nuestras ciudades, por que Rusia no hubiese matado a miles de compatriotas míos. No puedo cambiar la historia, no puedo cambiar el pasado, pero juntos y con ustedes podemos asegurarnos de que la historia refleje lo que ocurrió, que refleje la verdad, que las víctimas no se olviden jamás. El cine crea recuerdos, y los recuerdos crean historia", ha agradecido el director Mstyslav Chernov, periodista ganador del Pulitzer, que se quedó encerrado en el asedio de Mariúpol sin poder mandar sus imágenes fuera de la ciudad y que acabó convirtiendo el metraje en este documental. También ha habido un recuerdo para el opositor ruso Alexéi Navalni, protagonista del documental ganador del Oscar el año pasado y muerto en extrañas circunstancias el pasado febrero cuando se encontraba bajo custodia del Gobierno ruso.
El premio a mejores efectos especiales ha ido a parar a Godzilla: Minus One, de Takashi Yamazaki, la última entrega del famoso kaiju japonés, un espectáculo visual que devuelve al monstruo a la Segunda Guerra Mundial, pero desde la perspectiva de los kamikazes nipones y de las víctimas de las bombas nucleares. Una gran sorpresa para una saga que parecía agotada.
Los ganadores de los cortos fueron The war is over en animación, El último taller de instrumentos en documental y The Wonderful Story of Henry Sugar en ficción. Lo que queda claro, con Peter Jackson como productor del primero y Wes Anderson como codirector del tercero, es que hasta los cortometrajes se han profesionalizado tanto que es difícil que un trabajo independiente se imponga incluso en estas categorías.
Los Oscar no se han salido del guion, como se había previsto, ni en sus premios ni en sus reivindicaciones. Si en otros años la cuestion racial o el #MeToo tuvieron un papel protagonista en la ceremonia, las galas cada vez se ciñen más al agradecimiento puro y duro (muchas menciones a los productores, a las madres, a los hijos) y evitan las polémicas, sobre todo con un conflicto tan polarizado y con Estados Unidos como uno de los últimos aliados que le quedan a Israel. Ya se sabe, los Oscar son un escaparate del lujo y del entretenimiento, y nadie quiere que la realidad manche la alfombra roja.
]]>Ryan Gosling es uno de los grandes protagonistas de la 96.ª edición de los Premios Óscar. No solo por estar nominado en la categoría de mejor actor de reparto por su interpretación en la película Barbie de Greta Gerwig, sino también por protagonizar una de las actuaciones estelares de la noche. En concreto, el intérprete se ha subido al escenario del teatro Dolby de Los Ángeles para interpretar I'm just Ken. Su actuación ha sido memorable.
I'm just Ken es uno de los temas nominados a mejor canción original. Sin embargo, no es el único tema de la película Barbie que opta a la estatuilla. El otro es What I was made for?, que parte como la principal candidata. No hay que olvidar que el tema interpretado por Billie Eilish ya logró hacerse con el Globo de Oro en la misma categoría.
Ryan Gosling and the cast of "Barbie" perform "I'm Just Ken" at the #Oscars. https://t.co/UNgGySGz3r pic.twitter.com/00hd0Jw8cy
— Variety (@Variety) March 11, 2024
Sin duda, la actuación del actor de origen canadiense es uno de los momentos de la gala que más están dando que hablar, ya que ha sacado al escenario a Margot Robbie y a la directora de la película, Greta Gerwig; tras todas las críticas recibidas por la ausencia de Margot Robbie en las nominaciones. Al fin y al cabo, era de los más esperados desde que la revista Variety confirmase que interpretaría I'm just Ken en directo apenas una semana antes de celebrarse la ceremonia.
Un recuerdo a Margot Robbie y Greta Gerwig
En aquel momento, el actor agradeció a la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas la nominación al premio Oscar a mejor actor de reparto y la posibilidad de actuar en directo en el Teatro Dolby. Esta es la tercera vez que Ryan Gosling opta a la estatuilla, aunque hasta ahora no ha logrado hacerse con ella. Sus anteriores nominaciones fueron en la categoría de mejor actor por Half Nelson y por La La Land.
The #Oscars audience reacts to "I’m Just Ken" performance by Ryan Gosling pic.twitter.com/78Lhce7vpn
— The Hollywood Reporter (@THR) March 11, 2024
Sin embargo, también recordó a Margot Robbie y a Greta Gerwig, que no han recibido nominaciones en las categorías de mejor actriz y mejor dirección, respectivamente. “No hay Ken sin Barbie, y no hay Barbie sin ellas”, llegó a decir al respecto.
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